El uso de protector solar a diario no es exclusivo de días soleados o playas; debe aplicarse a todos los días, incluso bajo techo.
La radiación ultravioleta A (UVA) penetra ventanas y causa daño celular. El Instituto Mexicano de Dermatología advierte que el 90% del envejecimiento prematuro y 1 de cada 3 cánceres diagnosticados en el país son de piel.
Todos los tonos cutáneos, incluidas pieles morenas, requieren protección, ya que los daños no respetan pigmentación.
Aplícalo cada 4 horas, incluso con nubes o luz artificial intensa. Signos como manchas nuevas, enrojecimiento persistente o picazón pueden ser señales de alerta. ¡Tu piel recuerda cada rayo!
Al elegir un protector solar, busca que tenga un FPS (Factor de Protección Solar) de al menos 30, aunque para exposiciones prolongadas o pieles sensibles, se recomienda FPS 50 o más.
Es vital que cuente con protección de amplio espectro, es decir, que bloquee tanto rayos UVA como UVB, responsables del envejecimiento y las quemaduras.
También se recomienda que sea resistente al agua y al sudor, sobre todo si haces ejercicio o vives en zonas calurosas.
Para uso diario en el rostro, prefiere fórmulas ligeras, no comedogénicas y con acabado mate, que no obstruyan los poros ni generen brillo.
Hay versiones con color que ayudan a unificar el tono de piel y protegen del daño por luz visible, ideal para quienes están muchas horas frente a pantallas.