A solo 7 kilómetros del centro de Querétaro, se encuentra El Cerrito, un centro ceremonial prehispánico que conecta siglos de historia con la vida actual. Su imponente basamento y museo lo convierten en una visita obligada para los amantes de la historia y la cultura.
El Cerrito se ubica en el municipio de Corregidora y se distingue por su gran basamento piramidal, visible desde varios puntos alrededor.
Horario de visita: miércoles a domingo, de 9:00 a.m. a 3:30 p.m.
Entrada general: $75 pesos
Museo abierto hasta las 3:30 p.m., se recomienda llegar temprano.
El sitio no solo ofrece cercanía con la ciudad, sino también un recorrido histórico profundo. Fue un centro religioso y político venerado por culturas locales y por pueblos como teotihuacanos, toltecas, chichimecas, otomíes y tarascos.
Desde aquí se articulaba una red comercial que llegaba hasta Guatemala, consolidando la importancia de El Cerrito durante el periodo Preclásico.
El basamento piramidal alcanza 40 metros de altura, comparable con la Pirámide de la Luna en Teotihuacán. Entre los espacios más destacados del sitio se encuentran:
Plaza de la Danza y de las Esculturas
Altar de Cráneos
Palacio de los Cuatro Altares
En la cima se encuentra una construcción del siglo XIX realizada por el propietario de la hacienda El Cerrito, reflejo de la arquitectura del Bajío de aquella época. Aunque alteró la parte superior de la pirámide, hoy forma parte del recorrido histórico.
Dato curioso: El nombre de El Cerrito proviene de la vegetación que cubría el basamento; desde lejos parecía un simple cerro hasta que las excavaciones revelaron la pirámide que hoy es uno de los sitios arqueológicos más importantes de Querétaro.