Para muchas personas, tomar café es casi un ritual al despertar. Sin embargo, hacerlo justo después de abrir los ojos podría no ser la mejor decisión para tu bienestar. Según especialistas en salud y neurociencia, lo ideal es esperar al menos una o dos horas después de levantarte para disfrutar tu primera taza.
¿Por qué? Al despertarnos, el cuerpo experimenta un pico natural de cortisol, la hormona que regula la energía y el estado de alerta. Tomar café en ese momento puede elevar aún más los niveles de esta hormona, provocando efectos no deseados a largo plazo como ansiedad, aumento de peso abdominal, insomnio y desequilibrios metabólicos.
Además, cuando el cortisol se eleva en exceso, también lo hacen la glucosa e insulina en sangre, lo cual inhibe la quema de grasa y favorece los antojos de azúcar. Por eso, si quieres que tu café sea un verdadero aliado y no un saboteador, la clave está en el cuándo lo tomas, no solo en cuánto.
¿El mejor momento para tomar café?
Espera al menos 90 minutos después de despertar. De este modo, tu cuerpo aprovechará mejor la cafeína y evitarás los efectos negativos del hipercortisolismo.
Si sueles beber varias tazas al día, recuerda que también es recomendable espaciar cada consumo para no forzar un nuevo aumento de cortisol. Así, tomar café se convierte en un hábito no solo placentero, sino consciente y saludable.