Se trata de una estatua que, de manera muy similar a la del Cristo Redentor de Brasil, abre sus brazos en señal de bendición. Este hermoso monumento, que pesa alrededor de 750 toneladas, fue inaugurado el 3 de noviembre de 2007, tras 18 meses de intenso trabajo; su construcción, en voz de los propios habitantes de la región, significó “un gran ejemplo de dedicación por parte de sus constructores”.