Los exámenes pueden generar mucho estrés, incluso cuando te has preparado bien. Por suerte, hay estrategias simples pero poderosas que te ayudarán a mantener la calma y dar lo mejor de ti en ese momento decisivo.
Aquí te compartimos cinco técnicas efectivas para regular tu mente y cuerpo antes, y durante una evaluación:
1. Respira profundamente
Una de las formas más rápidas de calmar el sistema nervioso es a través de la respiración consciente. Prueba la técnica 4-4-6: inhala durante 4 segundos, mantén el aire durante 4, y exhala lentamente durante 6 segundos. Repite este ciclo 3 o 4 veces. Te ayudará a oxigenar tu cerebro, reducir el ritmo cardíaco y despejar tu mente.
2. Usa la visualización a tu favor
Tu cerebro no distingue entre lo que imaginas y lo que vives. Visualízate respondiendo con seguridad, entendiendo las preguntas y teniendo éxito. Este ejercicio genera una respuesta positiva en tu cuerpo y puede ayudarte a liberar endorfinas, las hormonas del bienestar.
Moverte antes de un examen puede marcar la diferencia. Saltos suaves, estiramientos, abdominales o incluso una caminata ligera ayudan a liberar la tensión acumulada. Si no puedes levantarte, prueba la relajación muscular progresiva: tensa y relaja distintos grupos musculares, desde los pies hasta la cabeza, para liberar estrés.
4. Practica mindfulness
Estar presente en el “aquí y ahora” reduce la ansiedad. ¿Cómo lograrlo? Conecta con tus sentidos: siente el contacto de tus pies con el suelo, escucha los sonidos a tu alrededor o enfoca tu atención en algún objeto del lugar. Estas pequeñas anclas te ayudan a salir del modo “preocupación” y entrar en el presente.
La organización es una gran aliada del bienestar. Tener tus materiales listos, repasar con tiempo, dormir bien y llegar con antelación al examen reduce el estrés de última hora. Cuanto más control sientas sobre el proceso, menos ansiedad experimentarás.
La clave está en prepararte bien, cuidar tu cuerpo y entrenar tu mente para estar en calma. Confía en tu proceso y da lo mejor de ti.