El equipo de charrería de Querétaro, en las categorías femenil y varonil, cosechó un éxito rotundo en la Olimpiada Nacional 2025, organizada por la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) en Jalisco, al obtener un total de siete medallas y posicionarse en segundo lugar por equipos.
Este resultado no solo resalta el esfuerzo y dedicación de los atletas queretanos, sino que también marca un hito histórico para la disciplina, con una destacada actuación de las escaramuzas, quienes, en su primera participación en la Olimpiada, lograron una medalla de oro en su categoría.
El equipo femenil, compuesto por Ximena Álvarez, Daniela Reséndiz, María Domínguez, Samantha Montes, Marían Ferruzca, Airy García, Paula Guajardo y María José Bernon, se destacó con una actuación excepcional, sumando al medallero oro en la prueba de “giros 28 + 10”, plata en “flor 20” y bronce en la competencia por equipos.
Este triunfo es especialmente significativo, ya que jamás antes se había calificado en esta especialidad, marcando un precedente para futuras generaciones de charras queretanas.
Foto: Especial
Equipo varonil
Por otro lado, el equipo varonil no se quedó atrás y también alcanzó victorias en cada una de las medallas (oro, plata y bronce) en la categoría infantil, enfrentándose a otros estados como Hidalgo, Aguascalientes, Jalisco y Puebla. Los charros juveniles, por su parte, se coronaron campeones en su bloque, venciendo a equipos de Baja California y Chihuahua.
Este éxito no solo se debe a la destreza y talento de los competidores, sino también al fuerte vínculo con la tradición y el legado familiar que respalda a cada uno de los integrantes del equipo.
Muchos de ellos iniciaron en la charrería desde pequeños, inspirados por sus padres, quienes los introdujeron a este deporte emblemático de la cultura mexicana; gracias a años de práctica y perseverancia, los charros y escaramuzas de Querétaro han logrado fortalecer sus habilidades, posicionándose ahora entre los mejores a nivel estatal y nacional.
Este triunfo no solo resalta el éxito de los atletas, sino también el compromiso y la pasión que la charrería sigue despertando en las nuevas generaciones de queretanos, un deporte que, más allá de su competitividad, es un reflejo de nuestra rica tradición cultural.