Una dieta rica en alimentos nutritivos, como frutas, verduras, granos enteros, grasas saludables y proteínas magras, puede proporcionar los nutrientes necesarios para mantener un cerebro sano y una buena función cognitiva. Además, es importante mantenerse hidratado y limitar el consumo de alcohol y cafeína, que pueden afectar negativamente la memoria y la concentración.