En el modelo de la educación humanista los estudiantes desarrollan una educación integral, pues además de recibir conocimientos científicos y desarrollar su intelecto, los estudiantes cuentan con instrucción moral, física y social.
El objetivo es fomentar el deseo de aprender y la necesidad natural de conocer y comprender el mundo. De esta manera, los alumnos tienen una participación activa dentro del proceso de aprendizaje y los profesores fungen como auxiliares.
La base para la creación de este modelo es dejar de ver el proceso de enseñanza como un sistema mecánico y en su lugar convertirlo en un sistema que pone a los alumnos en contacto con corrientes del pensamiento y valores.
En este proceso de enseñanza se concibe al aprendizaje como un proceso espontáneo y natural basado en los intereses y necesidades particulares de cada estudiante. Los alumnos son considerados como seres individuales y hay un menor nivel de competencia.
Pone al alumno en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje.
El profesor a cargo de la clase, establece relaciones con los alumnos con el objetivo de identificar sus capacidades innatas.
La importancia del diálogo entre alumnos y profesores dentro de este modelo educativo, radica en la intensión de rescatar la dignidad humana.
El alumno deja de ser visto como un contenedor que debe ser llenado con información, datos y conocimientos.
Incorpora activamente a los padres de familia en la vida de la comunidad escolar.
El papel de los profesores en el modelo humanista está definido para ser un ejemplo intelectual y moral, pues muestra a sus alumnos como hay que pensar y actuar.