Aunque parezca increíble, el frío de invierno puede ocasionar quemaduras en la piel así como hipotermia o congelación. Entre otros riesgos están las enfermedades respiratorias que crecen durante esta época.
Te compartimos algunas medidas que comparte la Secretaría de Salud para protegerte del frío y reducir el riesgo de quemaduras o enfermedades respiratorias:
Viste adecuadamente
Utiliza ropa adecuada para las condiciones climáticas. Capas de ropa te ayudarán a retener el calor. Asegúrate de cubrir extremidades y cabeza.
Usa materiales aislantes y resistentes al viento. Un buen abrigo, guantes, bufanda y gorro son esenciales.
Asegúrate de que tu hogar esté bien aislado y calefaccionado. Si es necesario, utiliza calentadores portátiles adicionales.
Evita la deshidratación
El frío puede hacer que no te des cuenta de la cantidad de agua que pierdes a través de la respiración y la transpiración. Bebe suficiente agua para mantenerte bien hidratado.
Evita la exposición prolongada
Limita el tiempo que pasas al aire libre en temperaturas extremadamente bajas, especialmente si hay viento. Planifica períodos de descanso en ambientes cálidos.
Protégete del viento
El viento puede aumentar significativamente la sensación de frío. Usa ropa cortavientos y busca refugio contra el viento cuando sea posible.
Mantén la circulación
Mueve tus extremidades regularmente para mantener la circulación sanguínea. No permanezcas mucho tiempo en una posición estática.
Evita la sobreexposición
Evita el uso excesivo de calefactores y mantente atento a signos de quemaduras por calor. También, si estás al aire libre, evite exposiciones prolongadas al sol sin protección.
Presta atención a las señales de advertencia del cuerpo, como escalofríos, piel pálida o entumecimiento. Busca refugio y ayuda médica si es necesario si te sientes extremadamente frío. Mantenerse seguro durante el invierno requiere prevención.