El modelo de la educación tradicional es el más conocido y bajo el cual la mayoría de los alumnos en México han sido educados desde hace generaciones.
La educación tradicional pretende una formación donde el docente es el encargado de transmitir el contenido de las asignaturas, apoyado de textos que previamente programó para el curso.
El eje central de la educación tradicional es el maestro, su función es explicar claramente y exponer sus conocimientos al alumno para que éste los aprenda completamente.
La principales características de este método son priorizar la formación del carácter de los alumnos y moldearlo.
Es una metodología que se basa en el aprendizaje academicista y verbalista que dicta la clase.
La forma de enseñar es similar a la de los niños pequeños cuando aprenden su lengua materna, oyendo, observando y repitiendo de una autoridad que ya conoce del tema.
No es un sistema muy dinámico y el conocimiento se adquiere básicamente a través de la memoria y la repetición: por lo general el maestro dicta y el alumno copia y no se favorece la participación.