Antes de empezar, es fundamental tener claro qué función tendrá tu patio. ¿Será un espacio de relajación, un comedor al aire libre, un jardín vertical o una combinación de todo? Por ejemplo, si quieres usarlo para tomar café por la mañana y cultivar hierbas aromáticas, la distribución será distinta a la de un rincón de lectura o una zona de juegos para niños.