Querétaro hace historia: obtiene la Indicación Geográfica Protegida para sus vinos
Querétaro hace historia: obtiene la Indicación Geográfica Protegida para sus vinos
Querétaro obtiene la Indicación Geográfica Protegida para sus vinos, garantizando calidad y autenticidad. Este reconocimiento impulsa la proyección internacional de la región y fortalece su industria vitivinícola y turismo enológico
Querétaro acaba de marcar un antes y un después en la industria vitivinícola mexicana. La región ha recibido oficialmente la primera Indicación Geográfica Protegida (IGP) para sus vinos, un reconocimiento que certifica la calidad, autenticidad y origen de su producción, posicionándola a nivel global.
El certificado fue otorgado por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), consolidando a Querétaro como un referente en el mundo del vino. Detrás de este logro está la visión y el esfuerzo del Clúster Vitivinícola de Querétaro, liderado por Eugenio Parrodi Wiechers, director general de Cava 57.
«La IGP no solo da valor al origen; establece reglas claras: que el vino sea cosechado, transformado y embotellado en la región vitivinícola queretana», explicó.
Un trabajo de décadas que rinde frutos
El camino para alcanzar la IGP comenzó hace más de dos años y medio con un estudio de zonificación, realizado en colaboración con la Universidad de Arkansas. Este permitió mapear los suelos, climas y microregiones de Querétaro, validando su potencial y fundamentando la solicitud ante el IMPI.
Eugenio Parrodi Wiechers, director general de Cava 57 y presidente del Clúster Vitivinícola de Querétaro. / Foto: Arcelia Guadarrama
El vino queretano tiene una historia de siglos, desde que fue la primera región donde llegaron las vides a América. Hoy, en su tercera ola de resurgimiento vitivinícola, combina tradición con innovación.
«Hoy existen más de 350 etiquetas que demuestran la capacidad de la región para producir vinos tintos de calidad excepcional», destacó Parrodi.
Beneficios de la Indicación Geográfica Protegida
La IGP representa mucho más que un sello de calidad. Garantiza al consumidor que cada botella etiquetada con este distintivo proviene de Querétaro y ha pasado por estrictos controles de producción.
Además, fortalece la reputación de la región y aumenta su atractivo tanto en el mercado nacional como internacional. El turismo también se verá beneficiado.
«Un vino sólido en su propuesta genera un turismo que regresa, que busca más, que valora la experiencia», afirmó Parrodi.
Este distintivo atraerá a más visitantes interesados en experiencias enológicas auténticas y de alta calidad.
El futuro del vino queretano
Con la IGP ya en mano, Querétaro no se detiene. El siguiente paso es el lanzamiento de una marca colectiva, que representará al clúster vitivinícola y fortalecerá su conexión con el consumidor.
«La marca colectiva será el puente que comunique nuestra identidad al público y refuerce nuestra presencia en el mercado», detalló Parrodi.
Este reconocimiento no solo es un logro, sino un catalizador para el crecimiento continuo de la región. Con su tradición histórica, innovaciones técnicas y colaboración entre academia, gobierno y sector privado, Querétaro reafirma su lugar en la industria vitivinícola mundial.