En 1982, la erupción del Chichonal sepultó el poblado zoque de Esquipulas Guayabal. Más de 35 años después, los ejidatarios de Nuevo Guayabal rehacen sus vidas mientras el volcán y el pueblo sepultado acechan en la maleza. Trinidad, un poeta nacido el día de la erupción, tiene visiones oníricas que se esparcen rápidamente por su comunidad, despertando un esfuerzo colectivo por desenterrar el viejo hogar.