Los aficionados estamos ilusionados —una vez más— con los refuerzos que llegan, sí, por algunos nombres, pero más por el equilibrio que se percibe. Lo que más me agrada es que están apuntalando todas las líneas, con defensas, medios y delanteros, y eso habla bien del trabajo que realiza Altamirano para reforzar a lo más selecto que quedó del grupo anterior, especialmente después de más de 15 bajas de “manzanas podridas”, que poco o nada aportaron a un muy limitado plantel. ¡Vamos a esperar para poder juzgar! Hoy los jugadores y el técnico tienen el beneficio de la duda y nos alimentan la esperanza de hacer un mejor papel, que de suyo no sería tan “difícil”, porque deben superar lo hecho, 13 puntos.