Es fundamental contar con la orientación de un especialista para evitar riesgos a la salud
Cuando llega un nuevo año, también lo hacen las tendencias en salud y bienestar. Para el 2025, las dietas no se quedan atrás. Desde planes nutricionales clásicos hasta innovaciones respaldadas por la ciencia, aquí te presentamos las mejores opciones y analizamos si realmente cumplen lo que prometen.
1. Dieta mediterránea: la favorita de siempre
Reconocida como una de las más saludables, esta dieta se basa en frutas, verduras, granos integrales, pescado y grasas saludables como el aceite de oliva.
¿Funciona? Sí. Numerosos estudios confirman que la dieta mediterránea mejora la salud cardiovascular y contribuye a una vida más longeva.
2. Ayuno intermitente: disciplina para el cuerpo
Consiste en alternar períodos de ayuno con ventanas para comer. Las más comunes son el 16/8 (ayunar 16 horas y comer durante 8).
¿Funciona? Depende de la persona. Es efectivo para perder peso y regular la insulina, pero no es adecuado para todos.
3. Dieta cetogénica: ¿moda o realidad?
Esta dieta baja en carbohidratos y alta en grasas promete transformar al cuerpo en una máquina quemadora de grasa.
¿Funciona? A corto plazo, sí. Sin embargo, puede ser difícil de mantener y debe ser supervisada para evitar déficits nutricionales.
4. Dieta basada en plantas: conciencia y salud
Incluye alimentos de origen vegetal y reduce o elimina los productos animales.
¿Funciona? Sí. Además de ser sostenible, ayuda a prevenir enfermedades crónicas como diabetes y obesidad.
5. Dieta flexitariana: lo mejor de dos mundos
Ideal para quienes no quieren renunciar del todo a la carne, esta dieta se basa principalmente en alimentos de origen vegetal, con un consumo ocasional de productos animales.
¿Funciona? Sí. Es balanceada, fácil de seguir y tiene beneficios para la salud y el medio ambiente.
¿Cuál es la mejor opción para ti?
La clave está en elegir una dieta que se ajuste a tus necesidades y estilo de vida, es fundamental contar con la orientación de un especialista para evitar riesgos a la salud y garantizar resultados duraderos.