En las personas que se contagiaron de COVID-19, entre las principales afectaciones se encuentran las del aparato respiratorio que al disminuir niveles de oxígeno provoca ansiedad, los cambios musculares y la relajación que tenemos al dormir hace que respiremos diferente sobre todo si se ha presentado la enfermedad, lo que origina interrupciones en la continuidad del sueño, aunado al malestar físico, las molestias de garganta, dolor, fatiga, constipación y afectaciones pulmonares se intensifican los cambios fisiológicos del dormir impidiendo la función restauradora del sueño.