Vivir en espacios pequeños es una realidad cada vez más común, especialmente en las grandes ciudades donde los departamentos compactos son la norma. Pero que el espacio sea limitado no significa que tenga que sentirse así.
Con algunos ajustes estratégicos en la decoración y distribución, es posible transformar un ambiente reducido en un lugar que se sienta cómodo, funcional y sorprendentemente amplio.
¿Cómo hacer que mi departamento se vea más amplio?
Con algunos trucos de diseño, es posible transformar espacios reducidos en ambientes funcionales, estéticos y mucho más amplios de lo que parecen. A continuación, te compartimos cinco claves que harán que tu hogar respire espacio y luminosidad:
Juega con los espejos
Los espejos son aliados imprescindibles en espacios pequeños. Colocados estratégicamente, reflejan la luz natural y duplican visualmente el entorno, generando una sensación inmediata de amplitud. Una buena idea: coloca un espejo grande frente a una ventana para maximizar este efecto.
Prefiere mesas redondas
A diferencia de las mesas cuadradas o rectangulares, las redondas suavizan el espacio, permiten una mejor circulación y evitan esquinas incómodas. Son perfectas para comedores compactos o incluso como mesas auxiliares.
Usa cortinas de techo a piso
Este sencillo truco visual da la impresión de que el techo es más alto de lo que realmente es. Además, al mantener la continuidad vertical, las cortinas largas alargan visualmente las paredes y aportan un toque elegante.
Colores claros en las paredes
Optar por tonos neutros o claros (como blanco, gris perla o arena) ayuda a que la luz se refleje mejor y el espacio se perciba más abierto. Puedes añadir color y personalidad en los accesorios o elementos decorativos como cojines, cuadros o plantas.
Incorpora muebles flotantes
Los muebles suspendidos —como repisas, escritorios o lavabos flotantes— permiten ver el suelo, lo que aligera visualmente la habitación y mejora la sensación de orden. Además, aportan un estilo moderno y minimalista.
Un departamento pequeño puede convertirse en un oasis de comodidad y estilo si sabes cómo aprovechar cada metro cuadrado. La clave está en elegir elementos que sumen funcionalidad sin recargar y en aplicar trucos visuales que engañen —positivamente— al ojo. ¿Te animas a probarlos?