El sushi y el sashimi son dos de los platos japoneses más icónicos. El sushi consiste en arroz avinagrado combinado con una variedad de ingredientes, como pescado, mariscos, vegetales y huevas. El sashimi, por otro lado, es pescado crudo o mariscos cortados en finas láminas. La preparación de estos platos requiere habilidad y precisión.