Hoy sabemos que lo esencial no es cuándo comes, sino qué comes y cómo se adapta a tu estilo de vida.
Es el desayuno la comida más importante para algunas personas —como niños, estudiantes y deportistas— pero no es obligatorio para todos.
Estudios recientes muestran que saltarse el desayuno no afecta necesariamente el metabolismo ni causa aumento de peso, siempre que el resto del día comas balanceado.
Además, el ayuno intermitente ha demostrado beneficios si se hace bien. Lo importante es evitar azúcares procesados y optar por alimentos reales: frutas, cereales integrales, proteínas y grasas saludables.
Si no te da hambre en la mañana, no te obligues. Enfócate en una primera comida completa y balanceada cuando tu cuerpo te lo pida, pero no comas en exceso sino en porciones racionadas.