Finalmente, mantener el orden es clave. No dejes que tu clóset vuelva a llenarse de cosas innecesarias. Dedica unos minutos cada semana o mes para revisar lo que no has usado y, si es necesario, donar o desechar lo que ya no te sirve. Mantén el hábito de reorganizar y de revisar constantemente, y verás cómo tu clóset siempre se mantiene limpio y organizado. Una vez que te acostumbres a este ritmo, será mucho más fácil mantener el orden.