Los CCA implican la apertura de aulas para que niños, adolescentes y jóvenes reciban apoyo, asesoría pedagógica y, en su caso, emocional, bajo condiciones adecuadas de salubridad, horarios escalonados, sana distancia, así como limpieza previa y continua de los espacios educativos. Su apertura dependerá del consentimiento, y una carta responsiva libre, de las madres y padres de familia de las comunidades.