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Bacterias podrián sustituir plástico y degradar gasolina: UAM

La salinidad en ciertos océanos o grandes superficies de agua contienen bacterias que podrían sustituir a la creación de nuevos materiales

Investigaciones realizadas por académicos de la Unidad Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), permitieron la identificación de bacterias resistentes a altas concentraciones de sal, las cuales son capaces de generar biopolímeros que pueden sustituir el plástico y degradar diésel y gasolina.

El doctor José Félix Aguirre Garrido, responsable del proyecto Ecología microbiana de ambientes hipersalinos en México, mediante enfoques genómicos, metagenómicos y microbiológicos de microorganismos y su potencial biotecnológico, expuso que la diversidad biológica de microorganismos extremófilos (aquellos que pueden soportar condiciones extremas en las que otros organismos morirían) representa una fuente de productos naturales que ha despertado considerable interés, debido a sus aplicaciones en las áreas de las ciencias alimentarias, medioambientales y de la salud.

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Los ámbitos hipersalinos son ecosistemas que se han conservado durante millones de años en el planeta y de ellos forman parte las salinas distribuidas en distintas partes del mundo, de las que se extrae sal para consumo humano, explicó en entrevista el profesor del Departamento de Ciencias Ambientales de la UAM.

También hay cuerpos oceánicos que por efecto de la actividad humana se han convertido en salinos, pues la necesidad de bienes hídricos va en aumento y esto ha hecho que, en muchos casos, las tecnologías de desalinización provoquen esos lugares artificiales, aun cuando hay otros más naturales en los que se crean esos contextos: las zonas costeras y los manglares, que pueden considerarse hábitats salinos, un ejemplo en México es el Lago de Texcoco.

El grupo de especialistas de la UAM ha dedicado trabajo al análisis de un lago cráter de la Isla Isabel, localizada en el Pacífico mexicano, frente a las costas de Nayarit, donde existe un sitio que por procesos de evaporación mantiene altos índices de salinidad.

Un elemento relevante radica en entender cómo las condiciones que han permanecido constantes en algunos pequeños espacios o regiones del orbe impactan la diversidad de organismos contenidos en estos ecosistemas, así como cuáles son los mecanismos adaptativos que aquéllos han debido desarrollar para adecuarse a estas situaciones.

Desde el punto de vista ecológico puede observarse cómo es que las circunstancias extremas del entorno establecen dichos mecanismos, mediante “un proceso de presión selectiva” para que esos microorganismos puedan sobrevivir y cómo a su vez esto permita encontrar vías novedosas que se puedan utilizar desde un enfoque biotecnológico.

El ingeniero bioquímico industrial expuso que la isla es un área natural protegida, cuyo lago está cerrado, es decir, no tiene intercambio con otra fuente de agua, por lo que los organismos o microorganismos que se pudieran hallar estarían aislados del resto del ecosistema y, además, sometidos a salinidad y pH elevados.

Otras bacterias que se han localizado son capaces de degradar diésel o gasolina en condiciones de alta salinidad y “esto es notable, porque si bien ya muchos han detectado microorganismos capaces de realizarlo, no todos pueden hacerlo en circunstancias de altas concentraciones de sal. Para remediar la contaminación por hidrocarburos en los océanos sería más fácil usar una bacteria que se adapta a esas altas concentraciones de salinidad”.

Con información de Juan Carlos Machorro

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