Después de 37 años al frente de la edición estadounidense de Vogue, un reinado iniciado en 1988 tras suceder a Grace Mirabella, Anna Wintour, de 75 años, ha anunciado que dejará su icónico rol como editora en jefe, aunque no se retira del imperio Condé Nast.
En una reunión con su equipo editorial el pasado miércoles, Wintour explicó que busca un sucesor para el día a día en Vogue USA, en espera de quien ocupe el nuevo cargo de Head of Editorial Content, que reportará directamente a ella.
Mientras tanto, Wintour mantiene dos cargos clave dentro del grupo editorial:
Chief Content Officer global de Condé Nast
Global Editorial Director de Vogue, supervisando las ediciones internacionales
Su primer gran golpe ocurrió en noviembre de 1988, con una portada histórica que combinaba un suéter de Christian Lacroix con jeans de Guess, una mezcla entre alta costura y moda accesible.
Bajo su dirección, Vogue dejó de ser solo una revista de modas para convertirse en referente cultural, incluyendo celebridades como Michelle Obama, Beyoncé y promoviendo a diseñadores emergentes como Alexander McQueen y Marc Jacobs.
Más allá de las páginas impresas, Wintour puso a Vogue en el centro del espectáculo con la Met Gala, evento que transformó en uno de los más emblemáticos de la industria.
La transición responde a cambios estructurales que implementó Condé Nast desde 2020, impulsando una gobernanza editorial globalizada. Con los nuevos roles regionales y el cargo de Head of Editorial Content, Wintour podrá dedicar más tiempo a su labor corporativa y a mantener el control estratégico de la marca Vogue en todo el mundo.
El CEO de Condé Nast, Roger Lynch, destacó que este ajuste es crucial: “Anna necesita dedicar tiempo a todos sus compromisos globales”