Alejandra Guzmán celebra 36 años de carrera musical en Querétaro
Activa en la música desde finales de la década de los 80s. / Foto: Armando Vázquez
La reina del rock ofreció un show vibrante, emotivo y cargado de recuerdos, haciendo un repaso por toda su trayectoria y recordando a su madre, Silvia Pinal
Alejandra Guzmán encendió Querétaro con su gira Brilla Tour, presentándose ante un Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez completamente lleno, en una noche donde la nostalgia, el desenfreno y la emotividad se fundieron en un espectáculo inolvidable.
«Hey Güera» ya se escuchaba en las gradas antes del concierto
Minutos antes de que se abrieran las cortinas, ya se escuchaban voces del público entonando “Hey Güera”, mientras la emoción se sentía en el aire.
La Guzmán abrió con “La Plaga”, desatando la euforia de los asistentes que no tardaron en levantarse a bailar desde sus asientos. Algunos hombres no se resistieron a lanzarle piropos a la artista, quien respondió con una sonrisa cómplice.
Sold out. / Foto: Carlos Curiel.
No podían faltar los clásicos
El clásico “Reina de corazones” fue otro de los momentos álgidos, con Alejandra subida en un improvisado capó de auto, rodeada por sus enérgicas bailarinas.
“Después de 36 años creo que lo estoy disfrutando más que nunca”, expresó la cantante en su primer contacto con el público, para luego interpretar “Volverte a amar”.
Con la frase “Aquí se vale llorar”, La Guzmán dio paso a una seguidilla de temas que tocaron fibras sensibles. Ataviada en un vestido rojo con guiños a los años 80, Alejandra llevó al público a través del tiempo.
Luego, con “Te dejo la mitad”, marcó el inicio de un cambio de vestuario que reflejaba una nueva etapa del show: pantalón bombacho, camisa con caída y gorro negro. Así interpretó “Mala hierba” y “Llama por favor”, encendiendo los recuerdos de toda una generación.
Irreverente, poderosa y provocativa . / Foto: Armando Vázquez
Alejandra Guzmán recuerda a su mamá, Silvia Pinal
Uno de los momentos más emotivos llegó cuando, visiblemente conmovida, Alejandra rindió tributo a su madre, la recién fallecida Silvia Pinal:
“Esto es lo que yo saqué de ella y la seguiré amando. Es una suerte estar aquí y estar vivos”. El público, con las luces de sus celulares alzadas, acompañó la canción “Un día de suerte”, convirtiendo el auditorio en un mar de luces conmovedor.
Así fue como La Guzmán tocó fibras en el público
La fiesta continuó con temas como “Eternamente bella”, que puso a bailar a todos los asistentes. Cada cambio de vestuario reflejaba la época de las canciones, siempre resaltando la esencia irreverente, poderosa y provocativa de La Guzmán.
En un segmento más íntimo, sentada al piano, Alejandra cantó baladas como “Cuidado con el corazón” y “Yo te esperaba”, esta última acompañada por una bailarina aérea que flotaba entre telas, provocando lágrimas entre los asistentes que cantaban con el corazón en la mano.
La eterna Reina de Corazones
Hacia el final, con un traje negro de brillos, regresó a su clásico “Hey güera”, acompañada por guitarristas y bailarinas con pelucas rubias, y luego con un look al estilo burlesque, interpretó “Mírala, míralo”. Aunque parecía el cierre, la rockera volvió una vez más al escenario enfundada en una elegante gabardina negra para cantar “Hacer el amor con otro”.
Así cerró una noche electrizante, llena de recuerdos, emociones y una Alejandra Guzmán más viva que nunca, conectando con el alma de sus fans y recordándoles por qué sigue siendo la eterna reina del rock en español.