Leer por gusto: cómo hacer de la lectura un hábito feliz para tus hijos
¿Quieres que la lectura forme parte de su día a día sin que se sienta como una obligación? Aquí te compartimos cinco estrategias prácticas y efectivas para lograrlo:
Establece un Horario Fijo para Leer
La constancia es una herramienta poderosa. Escoge un momento específico cada día para leer juntos: puede ser después de la cena, antes de dormir o durante una merienda tranquila.
Tener un horario regular ayuda a crear una rutina duradera, y los niños aprenden a esperar ese momento especial como parte de su día.
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Crea un Rincón de Lectura Agradable
Dedica un pequeño espacio en casa exclusivamente para la lectura. No tiene que ser grande: basta con una lámpara suave, unos cojines, una manta y una pequeña estantería.
Un rincón acogedor invita a relajarse, y convierte la lectura en una experiencia placentera, no en una tarea.
Permite que Ellos Elijan los Libros
Uno de los mayores motivadores es la libertad de elegir. Acompáñalos a la biblioteca o librería y deja que escojan lo que más les llame la atención: cuentos, cómics, libros sobre dinosaurios, ciencia o magia.
Cuando los niños sienten que tienen voz en la elección, se comprometen más con la lectura.
Lee en Voz Alta y con Expresión
Haz que los libros cobren vida. Leer en voz alta, con diferentes tonos, ritmos y emociones, transforma cualquier historia en una pequeña aventura.
Invítalos a participar: que hagan preguntas, imiten voces o representen personajes. ¡La lectura compartida puede ser una gran fuente de diversión!
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Integra la Lectura en la Vida Cotidiana
La lectura no solo ocurre en los libros. También está en los letreros del supermercado, en las instrucciones de un juego, en las recetas de cocina o en un cartel del parque.
Involúcralos en estas lecturas espontáneas y muéstrales cómo las palabras están presentes en todo lo que hacemos.
La mejor forma de motivar a los niños es hacer de la lectura una experiencia cercana, libre y divertida. Si ellos te ven disfrutar de los libros, si sienten que leer es un regalo y no una obligación, el hábito crecerá solo.