Es posible que algunos hábitos en casa podrían estar interfiriendo con su desarrollo cognitivo sin que te des cuenta.
A continuación, te compartimos algunos de los principales hábitos que entorpecen el aprendizaje en los niños y cómo puedes corregirlos.
¿Qué hábitos en casa están afectando el desarrollo de tu hijo?
Dormir tarde
El sueño no solo es importante para el descanso físico, también es clave para el aprendizaje. Cuando los niños no duermen lo suficiente, especialmente entre las 8 de la noche y las 6 de la mañana, se reduce la producción de melatonina, una hormona crucial para la memoria y la concentración. Dormir temprano favorece un desarrollo cerebral saludable.
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Consumo excesivo de azúcares y alimentos procesados
La alimentación rica en azúcar y comida chatarra proporciona nutrientes inadecuados para el cerebro. En cambio, una dieta que incluya omega 3, pescado, DHA, aceites saludables y flavonoides (presentes en frutas como los frutos rojos) favorece las funciones cognitivas, el enfoque y la capacidad de aprendizaje.
Ausencia de actividad física
El deporte no solo mejora la coordinación y la salud física: también oxigena el cerebro, estimula la memoria y fortalece las conexiones neuronales. Incluir actividad física diaria mejora la atención, reduce el estrés y potencia el rendimiento escolar.
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Ambientes violentos o de alto estrés
Cuando un niño vive en un entorno violento o muy estresante, su cuerpo produce altos niveles de cortisol, la hormona del estrés. Este exceso puede bloquear procesos mentales como la concentración y la retención de información. Un ambiente emocionalmente seguro es vital para que el niño pueda aprender.
Sobreexposición a pantallas
El uso excesivo de pantallas afecta negativamente la atención, disminuye la concentración y retrasa el desarrollo del lenguaje y las habilidades cognitivas, especialmente en niños menores de 6 años. La recomendación es evitar el uso de pantallas antes de esa edad y fomentar el juego libre, la lectura y la interacción cara a cara.
El aprendizaje de los niños no depende solo del aula, también del entorno que los rodea y de los hábitos que adoptan día a día. Hacer pequeños cambios puede traer grandes beneficios en su concentración, memoria y desarrollo integral.