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¿Vale la pena ver Aquaman y el Reino Perdido?

Foto: Warner Bros / AP News
Foto: Warner Bros / AP News

Aquaman y el Reino Perdido lleva una semana en cines y será la última cinta de DC bajó la administración anterior a James Gunn

Quizá sea apropiado que la última película de Aquaman trate sobre un reino perdido. En muchos sentidos, esta minifranquicia es precisamente eso, un reino de Jason Momoa que podría hundirse tranquilamente bajo las olas del cine.

Al menos, Momoa se despide a lo grande en “Aquaman y el reino perdido”, una historia sobrecargada que va del desierto al hielo, roba de otras películas como una urraca borracha y se despide al nivel casi operático de una película Marvel de media franquicia. Gran parte de la historia no transcurre bajo el agua.

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“Aquaman y el Reino Perdido” es probablemente la última entrega de la trama del Rey de Atlantis por un tiempo. Los nuevos responsables de DC Studios planean casi una docena de proyectos de cómics para cine y televisión en la próxima década y ninguno tiene a Aquaman como protagonista.

Momoa lo sostiene todo, y es difícil exagerar su carisma, humor y presencia. DC Studios podría arrepentirse de haber abandonado esta franquicia si no encuentra un hogar para un actor que realmente se parezca a un superhéroe de la vida real. Pero, por otra parte, también lo hicieron mal con Dwayne Johnson.

“Aquaman y el Reino Perdido” equivale a “Thor: Amor y Trueno” o “Fast X”: un intento de elevar el nivel de la última entrada decente manteniendo la misma trama general pero tirando el dinero: más localizaciones, más peleas, más ejércitos liderados por comandantes con armaduras de aspecto medieval montados en bestias submarinas.

Los efectos visuales y el argumento, menos pringosos, se inspiran en “Matrix”, “Piratas del Caribe”, “La guerra de las galaxias” -Martin Short pone voz a un pez monstruo, Jabba el Hutt-, “Jumanji”, “Spider-Man” y “Fast & Furious”. Pero el mérito es de los mensajes sobre el calentamiento global: algas tóxicas, gases de efecto invernadero y aumento de los niveles de acidez. Esta vez hay una canción demasiado utilizada, “Born to be Wild” de Steppenwolf, pero no está claro si es para Aquaman, para el hombre que quiere matarlo o para la Tierra.

Con su rival Marvel en una especie de encrucijada -especialmente tras la marcha del actor Jonathan Majors-, DC, que ha sufrido sus propios problemas con “The Flash”, “Blue Beetle” y “Shazam: Furia de los Dioses” en 2023, tiene la oportunidad de terminar el año por todo lo alto. Puede que “Aquaman y el reino perdido” no lo sea todo, pero mantiene su tridente en alto incluso cuando el mar reclama a su héroe.

Con información de AP

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