Caifanes prepara disco con nuevas ‘rolas’ y se presenta este sábado en Querétaro

Julián Istilart

Este sábado 5 de febrero toca en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez de Querétaro la banda de rock más importante de México: Caifanes. Alfonso André, su baterista, ha estado en la agrupación desde su inicio, hace 34 años, y también ha formado parte medular de proyectos de culto como Jaguares y La Barranca.

El concierto será a las 20:00 horas y puedes conseguir tus boletos por eticket.

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Hace 11 años decidió dar un paso al frente en el escenario: hacer un proyecto solista de música original en donde tomaría las riendas como ‘frontman’ y ejercería ante el público su gran pasión, cantar. En exclusiva para AM de Querétaro, Alfonso habla sobre su actividad creativa y sobre algunos recuerdos de la época dorada del rock mexicano.

Julián Istilart (J.I.) ¿Cuál es la salud actual de Caifanes, han empezado a componer?

Alfonso André (A.A.)

Estamos en un muy buen momento. La alineación actual tiene muy buena química, tanto en el escenario como en el ensayo y composición tenemos mucha armonía. Estamos ensayando nuevo material y sobre el escenario estamos tocando como un solo organismo, nos empezamos a entender sin vernos.

Después de un año y medio de no estar juntos tocando, volver a hacerlo fue muy importante, ya que creo que crear nueva música es muy difícil hacerlo a distancia. Marco el bajista vive en Baja California, Saúl Hernández (cantante) vive en Yucatán, Diego (el tecladista y saxofonista) vive en Cuernavaca y yo y el guitarrista vivimos en el DF.

Ahora nos encontramos ensayando las nuevas canciones que hemos compuesto. Llevamos 3 grabadas y tenemos otras 7 por grabar. Entre fecha y fecha de la presente gira estaremos en el estudio terminando este material.

Algunas de las rolas de este material que preparamos salieron durante los ensayos de la última gira que hicimos por Estados Unidos.

(J.I.) ¿Qué recuerdos tienes de aquel concierto hace 27 años en la Arena López Mateos, donde la gente acampó un día antes para verlos y donde también hubo disturbios?

(A.A.) Después de ese concierto de cancelaron los conciertos masivos por un rato en México. Nosotros nos fuimos a casa pensando que había sido todo un éxito. Recuerdo que tocamos antes de la hora programada porque hacía mucho calor y el aforo se había llenado horas antes del ‘toquín’. Ya en las noticias en casa nos enteramos de que habían rociado con gas lacrimógeno y había habido heridos.

Había una gran expectativa en ese entonces por los Caifanes. Pero empezamos desde abajo, recuerdo en los inicios cuando tocábamos en la librería Ghandi o la librería Ágora, ante aforos de poco más de cien personas.

(J.I.) Dinos 3 discos que creas que tienen el poder de despertar siempre el espíritu rockero de cualquier generación

(A.A.) Un disco que salió en 1971 y tiene un ‘feeling’ muy rocanrolero, todas las rolas me encantan, el Sticky Fingers, de los Rolling Stones. Otros son el Revolver de The Beatles y el Dark Side of the Moon, de Pink Floyd, cuya experiencia es como disfrutar una buena novela.

El rocanrol no es tan fácil de digerir, antes escuchábamos las rolas varias veces y las exprimíamos y disfrutábamos. Hoy en día, donde la música la escuchas mientras manejas o haces cualquier cosa, y las plataformas te programan las recomendaciones de lo que pudieras escuchar, el rocanrol cuesta trabajo digerirlo, es un gusto que se adquiere con el tiempo y tras probarlo algunas veces, pero como los buenos libros, cuesta trabajo pero te lleva a una gran experiencia y descubrimiento.

Comprarse un disco entonces era todo un acontecimiento. Ahora mismo, por 100 pesos, a través de una plataforma puedes acceder a toda la música de la humanidad.

(J.I.) ¿En qué proceso te encuentras como instrumentista, sigues estudiando y perfeccionando tu técnica?

(A.A.) Como baterista nunca he sido muy técnico, prefiero tocar como yo entiendo el instrumento, crear un lenguaje propio, aunque aprecio a bateristas muy técnicos como Bill Bruford, integrante de Yes, Genesis o King Crimson.

(J.I.) Alguna anécdota que surrealista que compartas de tus casi 35 años en Caifanes

(A.A.) Una vez, por ahí de la época del disco El Nervio del Volcán, tocamos en Ecatepec. Era un concierto muy rústico. Había mucho desmadre y la gente empezó a empujar a la gente de hasta adelante hasta que tiraron las vallas contenedoras. Entonces la gente empezó a meterse debajo del escenario donde tocábamos y rompió las trabes que lo sostenían. De pronto veo como se vino abajo el escenario y mis compañeros de grupo desaparecieron. Saúl Hernández (cantante) cayó de pie y no paró de cantar. Fue algo muy loco.

(J.I.) ¿La nueva generación de los André sigue en la música?

(A.A.) Mi hijo Julián es un gran músico, toca la batería, compone y es ingeniero de audio. Él es el encargado de la grabación en mi proyecto solista. Tiene un grupo buenísimo que se llama Beta y es el baterista de Víctimas del Doctor Cerebro.

(J.I.)¿Cuál es el estado de conciencia más increíble que has experimentado?

(A.A.) Con la música, tocando, arriba del escenario en medio de un concierto, sentir una comunión con la gente, te elevas. Me ha pasado varias veces y, te aseguro, ha sido sin meterme nada. En vivo tengo varios pasajes de improvisación en algunas rolas en donde suceden cosas irrepetibles y mágicas, un ‘fill’ de batería que, sin pensarlo, estás inventando algo en el momento. Nos gusta mucho en vivo ese ‘saltar al vacío’ improvisando.

Mensaje para el público que los va a escuchar en esta gira

Gracias por aguantarnos tanto tiempo. Les tenemos preparadas varias sorpresas. Con esta alineación estamos sonando muy bien y también tocaremos mucho repertorio de Jaguares.

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