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Síntomas de alerta en enfermedades respiratorias infantiles: cómo identificarlos a tiempo

Síntomas de alerta en enfermedades respiratorias infantiles: cómo identificarlos a tiempo

Observar con calma los síntomas de alerta en enfermedades respiratorias infantiles permite actuar a tiempo / Foto: Canva

Reconocer los síntomas de alerta en enfermedades respiratorias infantiles permite actuar con calma y buscar atención médica cuando es necesario

Redacción VSD
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10 de noviembre 2025

Observar los síntomas de alerta en enfermedades respiratorias infantiles puede ayudar a detectar a tiempo complicaciones durante la temporada de frío. Los cambios en la respiración, la tos o el nivel de energía son señales importantes. La clave es acompañar con atención y consultar a un profesional si algo se siente diferente a lo habitual.

Cambios en la respiración que no debemos pasar por alto

La forma en que los niños respiran puede ofrecer información valiosa. Si notas que respira más rápido de lo normal, hace un esfuerzo visible al inhalar o exhalar o se escuchan silbidos, es momento de observar de cerca. También es importante prestar atención a si se hunde la piel entre las costillas al respirar.

Respirar debe sentirse natural y suave. Si parece trabajoso, es una señal para acudir al médico.

Fiebre persistente o que regresa después de bajar

La fiebre es una respuesta del cuerpo ante una infección, pero cuando se mantiene por varios días o reaparece después de haber bajado, conviene consultar a un pediatra. La duración y la evolución de la temperatura pueden ayudar a distinguir entre un cuadro leve y uno que necesita atención más específica.

Registrar las horas y cambios ayuda a describir mejor los síntomas al especialista.

Tos que interrumpe el descanso o las comidas

La tos ocasional es común, pero si interfiere con el sueño, la alimentación o las actividades diarias, puede indicar irritación o infección en vías respiratorias. Escuchar cómo suena —seca, con flemas o con silbidos— también puede orientar al pediatra sobre el origen.

Lo importante no es solo la tos en sí, sino cómo afecta la rutina del niño.

Decaimiento, falta de apetito o poca energía

Cuando un niño no se comporta como normalmente lo hace —se muestra muy cansado, poco participativo o sin ganas de jugar— puede ser una señal de que su cuerpo está haciendo un esfuerzo adicional para recuperarse. Estos cambios suelen ser sutiles pero significativos.

Conocer su comportamiento habitual ayuda a notar estas diferencias.

Cuándo acudir al pediatra

Si se presenta alguno de estos síntomas de manera persistente o combinada, lo más recomendable es buscar orientación médica. Hacerlo a tiempo permite brindar tratamiento adecuado y evitar complicaciones.

Consultar no siempre significa emergencia, sino cuidado y prevención.

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