El momento de dormir puede convertirse en una verdadera lucha para muchas familias. Entre excusas, berrinches y múltiples “ya casi”, lograr que los niños vayan a la cama puede parecer una misión imposible.

Pero tener una rutina de sueño infantil constante puede marcar la diferencia tanto para su bienestar como para tu tranquilidad.

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¿Por qué es importante una rutina de sueño infantil?

Los niños necesitan entre 9 y 12 horas de sueño dependiendo de su edad. Dormir bien les ayuda a consolidar lo aprendido durante el día, fortalecer su sistema inmunológico y mejorar su estado de ánimo.

Una rutina predecible les da seguridad y facilita que su cuerpo se prepare naturalmente para el descanso.

Pasos para crear una rutina de sueño que funcione

Establece un horario fijo para dormir y despertar.

La constancia es clave. Intenta que incluso los fines de semana se acuesten y despierten en horarios similares.

Crea un ritual relajante previo al sueño.

Un baño tibio, leer un cuento o escuchar música suave ayudan a bajar las revoluciones. Evita pantallas al menos una hora antes de dormir.

Haz de su habitación un espacio para descansar.

Una luz tenue, una temperatura agradable y poco ruido crean el ambiente ideal. Puedes incluir objetos que les den seguridad, como un peluche o una cobija favorita. Sé paciente, pero firme.

Es normal que los primeros días se resistan. La clave está en mantener la calma y ser constante. No cedas a los “cinco minutos más”.

Inclúyelos en el proceso.

Deja que elijan el cuento, el pijama o qué peluche llevarán a la cama. Así sentirán que tienen algo de control y estarán más dispuestos a cooperar.

El sueño como hábito, no como castigo

Evita frases como “si no haces esto, te vas a dormir”. El sueño no debe verse como un castigo, sino como una parte importante del día que se disfruta. Con el tiempo, y con amorosa constancia, dormir dejará de ser una batalla para convertirse en un momento esperado y agradable para todos.