Rafael Nadal es un ejemplo claro de cómo el retiro no tiene que ser una crisis. A pesar de ser uno de los tenistas más exitosos de la historia, con 22 títulos de Grand Slam, Nadal ha sabido gestionar su carrera con una perspectiva realista. Tras varios problemas de lesiones, se ha alejado de la competencia más exigente, pero ha diversificado su vida profesional. Actualmente, Nadal está involucrado en la academia de pádel, en el sector de energías renovables y en el turismo. Este enfoque empresarial le ha permitido encontrar un “colchón” para la transición hacia su nueva vida fuera de las canchas.