La llegada de un bebé es un momento mágico, pero también muy delicado. Durante las primeras semanas, el sistema inmunológico del recién nacido es extremadamente vulnerable, y los padres están en plena adaptación.
Si estás pensando en visitar a una familia que acaba de recibir a su bebé, hay algunas reglas de cortesía y cuidado que debes tener muy presentes. Aquí te las compartimos:
No llegues sin avisar
Aunque tengas mucha emoción por conocer al nuevo integrante, jamás te presentes sin previo aviso. Los papás pueden estar agotados, en horario de lactancia, o simplemente no listos para recibir visitas. Siempre pregunta antes de ir.
Lávate las manos al llegar
Puede parecer obvio, pero no todos lo hacen. Lávate bien las manos con agua y jabón o usa gel antibacterial antes de tocar al bebé o sus cosas. Esto es fundamental para proteger su salud.
Resfriado, tos, alergia, dolor de garganta… no importa si “no es nada grave”. Si tienes cualquier síntoma, pospón la visita. Lo que para ti puede ser leve, para un recién nacido puede ser riesgoso.
No tomes fotos o videos sin permiso
Por respeto y privacidad, no asumas que puedes grabar o fotografiar al bebé. Consulta siempre con los padres antes de sacar tu celular. Muchos prefieren mantener esos momentos íntimos y fuera de redes sociales.
No des por hecho que cargarás al bebé
Aunque sea una muestra de cariño, no todos los padres se sienten cómodos dejando que otros carguen a su bebé, especialmente en las primeras semanas. Espera a que te lo ofrezcan. Si no ocurre, no lo tomes personal.
Visitar a un recién nacido es un privilegio, no un derecho. Lo más importante es mostrar respeto, sensibilidad y empatía hacia la nueva familia. A veces, el mejor regalo que puedes dar es comprensión y espacio.