Para adentrarse en una tradición literaria

La muerte de Elizabeth Wurtzel, autora de ‘Prozac Nation’, es un buen pretexto para recomendar a algunos de los narradores autobiográficos estadounidenses

Magdiel Torres

Elizabeth Wurtzel realizó un trabajo autobiográfico en donde relató su dependencia a ciertas drogas y la desazón de toda una generación. En la narrativa norteamericana hay una serie de títulos y autores que han explorado este vacío existencial de una sociedad de consumo. Aquí te dejamos algunos títulos claves para entender esta tradición.

Aullido (1956) de Allen Ginsberg: Un poema de largo aliento que debe ser el más característico de la generación: “Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas, arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo…”

En el camino (1957) de Jack Kerouac es una novela de corte autobiográfico que muestra los viajes de Jack Kerouac. El escritor estadounidense creo toda una mística con este tipo de trabajos de viajes y tiene una serie de textos sobre sus viajes a México.

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Yonqui (1953) de William S. Burroughs quizá una novela menos emblemática que ‘Almuerzo al desnudo’, pero este el un libro que más puede emparentarse con ‘Prozac Nation’ pues también es un relato crudo de los efectos de la droga.

Las puertas de la percepción (1954) de Aldous Huxley. No pertenece a la generación beat, pero este título es un ensayo en donde describe las experiencia alucinógenas emparentadas con sensaciones trascendentales y místicas.

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Valis (1980), de Philip K. Dick. El autor de ‘¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?’ Realiza en este libro una intrincada autobiografía en donde ya da testimonio de sus problemas psíquicos.

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