En los últimos años, Paola ha redirigido su carrera hacia la fotografía de familias y bebés, y ha combinado esta faceta con su práctica del yoga. Durante la pandemia, vendió más de 100 cursos en línea, lo que le permitió seguir conectando con sus clientes en un momento difícil. Además, Paola montó un estudio en su casa, donde sigue realizando sesiones fotográficas personalizadas. Las clases de yoga, se han convertido en una herramienta vital para su bienestar y equilibrio personal. “El yoga se convirtió en una medicina para mi alma, ayudándome a encontrar equilibrio y paz en medio del caos”, explica Paola.