Cuando se trata de renovar tu hogar, elegir el color de las paredes es una de las decisiones más importantes. Sin embargo, muchas veces olvidamos un detalle crucial: el color del piso. Esta superficie, que ocupa gran parte del espacio visual, debe armonizar con las paredes para lograr ambientes equilibrados, acogedores y con estilo.
Aquí te compartimos una guía práctica para que evites errores comunes y consigas combinaciones que realmente funcionen:
1. Si tienes piso gris…
El gris es un tono neutro, moderno y versátil, ideal para espacios contemporáneos. Para lograr una combinación armoniosa:
Opta por tonos como azul grisáceo, verde oliva o blanco, que aportan frescura sin romper con la elegancia del gris.
Evita colores marrones cálidos, ya que pueden crear un contraste visual incómodo.
2. Si tu piso es blanco…
Los pisos blancos dan una sensación de amplitud y luminosidad. Lo mejor es aprovechar esa base neutra:
Combínalo con colores suaves como beige, arena, gris claro o tonos pasteles para mantener la luz, o incluso colores vibrantes si buscas un toque audaz.
Evita el blanco puro en las paredes, ya que puede hacer que el espacio se vea plano y sin vida.
3. Si el piso es negro…
El negro aporta sofisticación, pero también puede oscurecer el espacio si no se equilibra bien.
Elige paredes en tonos blancos, grises claros o beige para crear contraste y mantener la luminosidad.
Evita colores oscuros si tu casa no cuenta con buena iluminación natural.
4. Si tienes mármol Carrara blanco…
Este tipo de piso, con su base blanca y vetas sutiles, es elegante y atemporal.
La clave está en usar el color de la veta del mármol para pintar las paredes. Esto creará un efecto visual armonioso y muy estético.