Miguel Ramírez forja su futuro en la industria musical global

El nombre de Miguel Ramírez ha comenzado a resonar en la industria musical internacional.

A sus 24 años, este joven colombiano ha logrado colaborar con algunas de las figuras más importantes del panorama musical, incluyendo a Bad Bunny, Shakira y Grupo Frontera.

Su historia es un ejemplo de cómo la dedicación y la pasión pueden transformar sueños en realidades.

Miguel Ramírez y su interés por la música

Desde muy joven, Miguel mostró un interés profundo por la música. No solo disfrutaba de los festivales como espectador, sino que su curiosidad lo llevó a explorar el mundo detrás de los escenarios. Fue así como comenzó a aprender sobre la logística, promoción y economía de los eventos musicales, lo que sentó las bases para su futura carrera.

Tras graduarse del colegio, Miguel decidió combinar su pasión con una licenciatura en Administración de Empresas en San Francisco, California. Fue en un vuelo hacia Los Ángeles en 2018 cuando conoció a Lucas Barbosa, un reconocido manager de la industria musical que se convirtió en su mentor. Con el apoyo de Barbosa, Miguel comenzó a construir una red de contactos en la industria, lo que le abrió las puertas a oportunidades únicas.

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Uno de los momentos más decisivos en su carrera ocurrió durante los Premios Billboard en Miami, donde fue invitado a una reunión con los managers de Becky G y Mark Jordan. Esta oportunidad lo llevó a unirse a una nueva empresa de management y disquera, enfocada en desarrollar el talento latino emergente.

Miguel también ha trabajado junto a Edgar Barrera, el célebre compositor latino y ganador de múltiples Grammys. Junto a Barrera, Miguel asumió un papel crucial en la creación de una disquera dedicada a descubrir y potenciar nuevos artistas latinos, consolidando su rol en el management musical.

Uno de los hitos más importantes de su carrera fue la colaboración entre Grupo Frontera y Bad Bunny, que alcanzó el número uno en las listas globales. Esta experiencia no solo consolidó su posición en la industria, sino que demostró el poder de la música para unir culturas y estilos.

Hoy en día, Miguel continúa trabajando en nuevos proyectos y colaboraciones, explorando nuevas oportunidades y desafiando los límites de la creatividad.

«Cada paso ha sido una oportunidad para aprender y crecer, y estoy emocionado por lo que el futuro tiene reservado», afirma.