México vs Israel en el Mundial de Hockey Sub 20

México vs Israel era el  último partido de la tercera jornada del Mundial de Hockey sobre hielo Sub 20. A estas alturas ya casi todo estaba decidido en el torneo, solo faltaba quién se llevaría el primer lugar de grupo A, debido a que China Taipei había perdido su último juego.

Los rivales de la siguiente ronda ya estaban definidos, pero también este juego representaba medir el nivel de la escuadra mexicana, tras dos juego anteriores donde registraba una victoria y una derrota en la tanda de penaltis. Por su parte, Israel venía de contabilizar la misma suerte, en otras circunstancias.

La fuerza israelí

El público llenaba la grada del México vs Israel. A esas alturas del torneo, el equipo mexicano ya había encontrado una sinergía con la afición, que no se perdía ningún juego de sus ídolos juveniles.

En punto de las 20:30 horas, el arbitro silbaba el inicio del encuentro, con una ataque abrumador, a veces desmedido por parte de los jugadores de Israel. Comprendían que la única forma de controlar a los mexicanos, era cerrarles las salidas, estorbarles lo más posible para que no existiera tiempo de sorpresas.

México trató de todo por sacudirse la marca de sus rivales, pero la superioridad muscular de sus contrincantes les impidió ganarles, en un terreno en el que llevaban las de perder.

El arquero de México, Tomás Payro (25), comenzaba a ganarse de nueva cuenta al público, gracias a sus atajadas. Esto indicaba no solo el buen nivel del camisa 25, sino advertía del peligro del rival que atacaba con mayor facilidad. El marcador parcial del primer tiempo marcaba 0 a 0.

Se rompe el cero

El partido México vs Israel auguraba ser un encuentro nivelado, por lo mostrado de ambas escuadras. Tal teoría continuaba en el segundo periodo, cuando los israelíes mantenían la garra mostrada en los primeros 20 minutos, con una defensa nacional que rechazaba todos los disparos.

Sin embargo, al minuto 28:19, una jugada en conjunto de playera 16, Ori Segal, con Amit Moshe Vinegrad (19), pudo descifrar la muralla de los locales, para que el stick de Itay Bondar (15) abriera el marcador. El público se lamentaba cuando casi a mitad del partido, veía a su selección incapaz de conjuntar los ataques.

México se veía obligado a dejar el segundo tiempo con un gol en su tablero que le diera confianza, pero esa búsqueda no llegaría. Fin de los segundos 20 minutos con ventaja para Israel.

A sacar de nuevo la casta

Comenzaba el  tercer tiempo con un equipo nacional que ya demostraba nerviosismo ante la situación. El público, mexicano en su mayoría como cada jornada, no dejaba de alentar cualquier esfuerzo de su selección. Una nueva jugada en conjunto daba la oportunidad al israelí Sean Voshilo (11) de acrecentar la ventaja al 52:01, en el México vs Israel de la fase regular.

Ya eran 2 goles la diferencia y México no daba señales de una mejora. La situación se volvía preocupante y el público lo sabía. Era momento de actuar, de hacer algo diferente porque la fórmula no estaba funcionando y se agotaba el tiempo. En medio de la penumbra aparecía una señal de esperanza.

El Coach Digo de la Garma realizaba algo atrevido: sacaba de la pista de hielo a su mejor jugador hasta el momento, el portero, para meter a otro elemento que sumara en el ataque, aunque eso costara dejar en solitario la portería. Quizá era una locura pero valía la pena el intento.

La grada no lo podía creer, pero no había alma mexicana en el Likeside ice Park que no estuviera de acuerdo con la decisión. Era arriesgar el todo por el todo y rápidamente, la afición se sumó al único deseo que permeaba en el ambiente: meter el puck en la portería de Israel.

Todos los jugadores se fueron al ataque y un disco cayó entre la aglomeración de personas que invadía el área de Israel. Daniel Cuellar (7), lanzaba un pase que esquivaba las masas y caía en poder de Jack Rullan (9), quien golpeaba seco y directo al disco, el cual por su velocidad y empujado por la vibra del estadio, se incrustaba en la red del arquero Daniel Kreiner (1), que nada pudo hacer.

La afición estalló de emoción. Banderas se agitaban por todo el recinto y los gritos cobraban mayor fuerza. La esperanza comenzaba a llegar y el ambiente se inundó con el cántico de “Sí se puede”. La táctica del Coach mexicano había funcionado.

Sí se puede

Los de Israel comprendían que debían realizar disparos a una solitaria portería o guardar el disco en su poder. De la Garma volvía a meter al arquero mexicano para impedir lo que hubiera sido una desgracia en aquel momento.

En tanto el publico seguía coreando el “Sí se puede”, una y otra vez. Ya nadie se quería perder un segundo de los minutos restantes, en un torneo donde México se volvía protagonista de las emociones extremas.

De la Garma sacaba a su portero una vez más y un jugador de campo se iba al ataque. Ya se había logrado la hazaña, pero faltaba un gol para el empate. Los minutos corrían y a segundos de finalizar el encuentro, Alexander Valencia (18) hacía explotar las gargantas de los presentes, con un gol que sabía a victoria.

2 a 2 era el marcador parcial y nadie lo podía creer, mucho menos los de Israel que se habían confiado. Que ni siquiera la garra mostrada en la mayor parte del juego les había dado el poder de contener la determinación mexicana, que ya no tenía barreras, que era indestructible en esas instancias del juego.

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Tiempo extra

El tricolor regresaba a las emociones con otro tiempo extra. México vs Israel representaba el mejor juego de la jornada, por las emociones vividas, las tácticas y el corazón que mostraban los jugadores locales por nunca dejarse vencer, a pesar de las adversidades.

Las buenas noticias se cortaban con gol de Ori Segal (16) al 63:29. Ahora el Coach de Israel aplicaba la misma táctica, sacando a su portero para amarrar el resultado. México lo intento y a pesar del resultado final, dejó un grato sabor de boca por la garra mostrada en momento clave. Perdió en tiempo extra, pero todos los presentes se retiraron con una sensación de victoria. Y así fue. México contabilizó la misma cantidad de puntos que sus otros dos competidores, China Taipei y el mismo Israel, volviéndolo el grupo más complicado del torneo.