Durante una parada de su +Pretty +Dirty World Tour en la Ciudad de México, Maluma interrumpió su presentación cuando notó que una madre sostenía a un bebé de aproximadamente un año de edad en pleno concierto y sin protección auditiva. El artista, visiblemente preocupado, decidió hablar desde el escenario con firmeza.
“¿Cree que es buena idea traer a un bebé a un concierto donde los decibeles están altísimos?» Insistió en que era un acto de “irresponsabilidad” y pidió a la madre que en el futuro cuidara los oídos del niño.
Afirmó que él, como padre (tiene una hija de 17 meses), jamás llevaría a su propia hija a un show sin las precauciones necesarias.
Una reflexión para los asistentes
Resaltó que estaba hablando con todo respeto y cariño, pero debía hacerlo como padre preocupado.
Señaló que el bebé “no sabe qué está haciendo ahí” y que la persona lo estaba moviendo “como si fuera un juguete”.
El público reaccionó con aplausos y apoyo hacia la postura del intérprete. El episodio encendió el debate sobre la seguridad auditiva en eventos masivos y la conveniencia de llevar bebés a conciertos con alto volumen.
Organizaciones de salud alertan que sonidos superiores a 85 decibeles pueden causar daños auditivos, especialmente en niños.
Las redes sociales se dividieron entre quienes aplaudieron la intervención por proteger al menor y quienes consideraron que la madre fue expuesta innecesariamente.