En el corazón de la Feria del Libro instalada en Plaza Constitución, el escritor Magdiel Torres compartió una experiencia que va más allá de las palabras: la presentación de su más reciente obra, Cuando todos se vayan a otros planetas.
Acompañado por el editor César Báez, de la editorial Letra Capital, el autor ofreció una charla íntima y reflexiva sobre el origen de su quinto libro, un proyecto literario que apuesta por lo híbrido y lo esencial.
La narrativa del michoacano se desliza entre lo poético, lo fantástico y lo postapocalíptico, logrando una conjunción poco común en el panorama literario actual. Lejos de proponer una visión distópica, Torres se adentra en la desolación con una intención diferente: descubrir allí la posibilidad del reencuentro con lo colectivo y con lo más humano.
Magdiel Torres: de Tepalcatepec a la reconstrucción del sentido
Originario de Tepalcatepec, Michoacán, Magdiel Torres confesó que sus raíces juegan un papel esencial en su escritura. Su infancia en ese lugar y la poesía lárica de Jorge Teillier son pilares constantes que inspiran su regreso a los “lares”: espacios donde la vida cotidiana se transforma en mito.
“Para mí, Tepalcatepec es un espacio mítico; aunque me fui muy joven, siempre volví en vacaciones. Esa repetición es un regreso a la palabra, a la aldea, a lo fundacional”.
Cada uno de los cuentos de su libro retrata personajes entrañables que habitan un mundo colapsado, pero no carente de asombro. Algunos relatos —como el ganador del Premio Ignacio Padilla 2020— están protagonizados por figuras como un Manco que miente incluso sobre su nombre, o un Gordo que se esconde para sobrevivir.
“No hay juicio, sólo humanidad en escenarios donde todo ha colapsado menos la capacidad de asombro”.
Un proyecto que se gestó desde 2018
La obra se gestó desde 2018 con apoyo del PECDA Michoacán, y evolucionó a través de lecturas colectivas, talleres literarios y la selección cuidadosa de los cuentos más sólidos. El criterio, según el autor, no fue sentimental sino narrativo: textos bien escritos, algunos elegidos por lectores y otros por intuición.
“El criterio principal fue que fueran cuentos bien escritos, aunque no necesariamente mis favoritos. Algunos los eligieron los lectores, otros fue puro capricho”.
El editor César Báez describió el libro como una “congregación de soledades” que, lejos de aislar, tiende puentes entre relatos. Destacó la capacidad del autor para representar a personajes marginados sin caer en el melodrama, usando una voz que equilibra ternura y honestidad.
Este nuevo título se conecta con los anteriores trabajos de Magdiel Torres, manteniendo el tono poético como sello característico. El resultado es una obra que invita a volver al origen, a la aldea, al refugio literario que nos permite reconstruirnos cuando todo lo demás parece derrumbarse.