Es una balada emocionalmente intensa que captura perfectamente la angustia y el dolor de perder a un ser querido. La canción muestra la versatilidad vocal de Bosé, ya que combina suavidad y pasión en sus interpretaciones. La letra, llena de metáforas y poesía, evoca sentimientos de desesperación y tristeza, transmitiendo la desgarradora sensación de no poder vivir sin el amor de la persona perdida.