1. Un proceso largo y complejo de construcción
El Tren Maya pasó por cuatro etapas esenciales: planeación, construcción, pruebas preoperativas y operación. Las tarifas para su uso varían dependiendo del tipo de tramo e infraestructura necesaria, adaptándose tanto a locales como turistas.
2. Tren Maya Un diseño inspirado en la cultura maya
Los trenes no solo cumplen una función práctica, sino que también reflejan la riqueza cultural de la región. El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) presentó tres estilos únicos:
- Janal: Inspirado en el jaguar, con colores dorado, castaño y turquesa oscuro.
- P’atal: Con tonos oscuros que evocan la noche y los textiles mayas.
- Xiinbal: En tonos turquesa, blanco y carbón, representando la arquitectura tradicional.
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3. Un sistema híbrido para reducir emisiones
El Tren Maya es híbrido, operando con diésel y electricidad. Contará con 700 kilómetros electrificados entre Mérida y Chetumal, lo que reducirá las emisiones contaminantes.
4. Diversos servicios para diferentes tipos de viajeros
El Tren Maya ofrecerá tres servicios distintos:
- Tren de pasajeros: Con capacidad para entre 230 y 430 personas, dependiendo del modelo.
- Tren turístico: Diseñado para recorridos panorámicos que conectan los principales atractivos de la región.
- Tren de carga: Para fortalecer el comercio y la movilidad de mercancías entre los estados conectados.
El diseño interior estará decorado en verde bandera, evocando la selva y utilizando patrones artísticos de la región.
5. Estaciones estratégicas cerca de zonas turísticas y aeropuertos
El proyecto contempla entre 16 y 18 estaciones, ubicadas en lugares estratégicos para facilitar el acceso a los principales destinos turísticos. Alrededor de cada estación se desarrollarán polos urbanos con servicios y actividades tanto para turistas como para habitantes locales, impulsando el crecimiento económico en las comunidades.
El Tren Maya no es solo un proyecto de transporte; es un símbolo de desarrollo, movilidad y sostenibilidad para el sureste mexicano. Además de conectar regiones y fomentar el turismo, tiene el potencial de transformar comunidades locales al generar empleo y promover la cultura de la región.