Si crees que un libro infantil solo sirve para entretener, ¡piénsalo de nuevo! Los libros que hacen reír a los peques son auténticas máquinas que despiertan su imaginación.
Desde personajes torpes hasta situaciones absurdas, las historias humorísticas permiten que los niños desarrollen creatividad, empatía y habilidades lingüísticas mientras se divierten.
Autores como Roald Dahl, Dr. Seuss o Julia Donaldson demuestran que la risa y la fantasía van de la mano.
Mientras los niños se ríen de travesuras y ocurrencias, su mente aprende a resolver problemas y pensar fuera de la caja.
Humor + aventuras = lectura irresistible
Incluir humor en los cuentos ayuda a que los niños asocien la lectura con momentos divertidos. Personajes exagerados, rimas locas y situaciones inesperadas hacen que la lectura sea emocionante y repetible, fomentando el hábito de leer desde pequeños y que despiertan su imaginación.