Juan Antonio Isla y los modelos para armar
‘Distrito central. Un nuevo modelo para armar’, explora el tema de los secretos familiares y la combinación de estrategias narrativas.
Juan Antonio Isla es un narrador que, en los géneros de la novela, el cuento y el relato, ha explorado un sinnúmero de historias y temas. En su más reciente novela, ‘Distrito central. Un nuevo modelo para armar’, explora el tema de los secretos familiares y la combinación de estrategias narrativas que enriquecen su, ya de por sí, fructífera producción literaria.
“La verdad es que, a los 68 años, estaba yo escribiendo mi primera novela y, a partir de eso, se me vino la cascada encima, de palabras, de imágenes, de escena y circunstancias que he querido transmitir y sí soy consciente de que realmente he sido he sido prolífico, quizás no tan cuidadoso, pero prolífico, sí.”
El narrador omnisciente es una estrategia que usted ya ha empleado en otras de sus novelas, pero, aquí, noto cierta cercanía con los personajes
“Sí, están estrechamente vinculados, sí, sin duda. No es el narrador que está distante, sino que está dentro de la historia, involucrado con los personajes, con los sentimientos y las emociones de los personajes. Era necesario que convivieran con las emociones de los personajes. No podía yo pensar en alguien que está como un dios ocioso, que son, a veces, los narradores omniscientes, describiendo una realidad sin participar en ella. Aquí, mi narrador entra a la historia.”
Siento que esta obra tiene un vínculo más íntimo con sus relatos memorísticos que con otras novelas de su autoría
“Mira, yo creo que la estructura, aunque no tiene episodios, no tiene capítulos, sí son como pequeñas historias. En eso, yo creo que hay una reiteración estructural de mi trabajo literario. La novela no es como las clásicas novelas del siglo XIX, en donde es una historia que va fluyendo de principio a fin. En mi caso, no tengo esa habilidad. Tengo, más bien, como una tendencia a ir presentando pequeñas historias que, luego, se agrupan en un corpus que el mismo lector puede ir armando.”
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Pero esa estrategia lo vincula con una tradición novelesca, El Quijote, finalmente, es una serie de pequeñas historias, pero, a mí, también me hizo recordar a novelistas del ‘Boom,’ como García Márquez o Cortázar
“Mira, con García Márquez, sí hay una identidad, por supuesto. Para mí, García Márquez es el paradigma de la literatura más limpia y más pura. Admiro el estilo de ese hombre, es un portento de escritor que, ya a los 54 años, estaba recibiendo el premio Nobel, luego enmudeció y escribió algunas cosas que desmerecían de su calidad. ¿Qué hay, en García Márquez, que se pueda reflejar en mi trabajo? El rescate de las familias. Las familias como las generadoras de un árbol genealógico que tiene de todo. Seres humanos con debilidades, seres humanos con grandes fantasías, con virtudes, con grandes vicios. Hay de todo en las familias, están sembrada de toda clase de personajes.”
La novela es rica en discursos y, entre ellos, me llama la atención la presencia de la poesía. Usted se ha distinguido como narrador, pero, aquí, se intuye un gusto por la poesía
“Sí, mira, yo creo que, en la prosa misma, yo intento utilizar un recurso apelando a una gran recomendación de un escritor, que también admiro mucho, que es Ray Bradbury. Él decía que hay que escribir prosa en donde no dejes de hacer metáforas. La metáfora es el nudo, la columna vertebral, de la poesía. Yo busco acudir a esa recomendación de Bradbury, pero no la busco con toda la intención de construir las frases de tal manera o de ‘x’ forma, es algo que se va dando. Los tres o cuatro poemas que están ahí son de un hombre enfermo que está un poco incapacitado de su de su físico y de su mente, entonces, son también como una especie de antipoemas.”
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¿Así que la presencia de los poemas infiere una necesidad, más bien, tramática en la obra que un interés del autor por explorar el género?
“Sí, mira, te voy a decir algo: la novela, finalmente, tiene tres o cuatro elementos de géneros, no es solo la prosa pura. Hay pequeñas cartas, un poco los diarios, hay un poco del género poético, pero no es una poesía seria, no es una propuesta poética, sino, es, más bien, una manifestación de la locura del poeta y, a lo mejor, de mi propia locura. No hay imágenes y presencias o fantasmas que uno no traiga consigo.”
Entonces, ¿descartamos que en un futuro haya un libro de poesía suyo?
“Absolutamente.”
‘Distrito central. Un nuevo modelo para armar’ se presentará este viernes 29 de noviembre a las 18:00 horas en el Museo de Arte de Querétaro con la participación de Mariana Perusquía (leyendo un mensaje de Susana Pagano y párrafos de la novela) Carlos Campos, conduciendo, y José Antonio MacGregor con comentarios sobre el libro.
