El fenómeno de los “perrhijos” y “gathijos” ¿Una nueva forma de familia?

Perrhijos y gathijos.

En la sociedad actual, las mascotas ya no son solo compañeros peludos que nos esperan en casa.

Han pasado a ocupar un lugar central en muchos hogares, siendo tratados como verdaderos miembros de la familia. Este cambio de perspectiva ha dado lugar a lo que se conoce como “perrhijos” o “gathijos”.

Términos que reflejan la tendencia de considerar a las mascotas como hijos y darles un trato similar al que se daría a un niño.

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Este fenómeno no es solo una moda pasajera; es una manifestación del profundo vínculo emocional que muchas personas tienen con sus mascotas.

Desde alimentación especializada hasta cuidados médicos, estas mascotas reciben atención y dedicación comparables a las que se les daría a un hijo humano.

Se les viste, se les celebra el cumpleaños, e incluso tienen sus propias cuentas en redes sociales, donde acumulan seguidores y se convierten en verdaderos “influencers”.

Pero, ¿qué impulsa esta tendencia?

En parte, se debe a cambios demográficos y culturales. Cada vez más personas viven solas o en parejas sin hijos, y buscan en las mascotas una compañía afectuosa y leal.

Además, el aumento del trabajo remoto durante la pandemia ha llevado a un mayor tiempo en casa y a una mayor conexión emocional con las mascotas.

Sin embargo, esta tendencia también ha generado debate y controversia. Algunos argumentan que humanizar a las mascotas puede ser perjudicial para su bienestar, ya que las aleja de su naturaleza animal y puede llevar a comportamientos no deseados.

Además, el mercado de productos y servicios para mascotas ha crecido exponencialmente, lo que ha llevado a preocupaciones sobre el consumismo y la comercialización de los animales.

A pesar de estas preocupaciones, el amor por las mascotas sigue creciendo. En México, hay más perros que niños, según datos del Inegi, lo que demuestra el lugar central que ocupan las mascotas en muchos hogares.

Además, el mercado de productos y servicios para mascotas sigue expandiéndose, con opciones que van desde seguros de vida hasta spas y hoteles de lujo.

En última instancia, la decisión de tener un perrhijo o gathijo es personal y única para cada familia. Lo importante es garantizar que todas las necesidades de la mascota sean atendidas y que se le brinde el amor y el cuidado que merece, independientemente de si es considerado un miembro más de la familia o simplemente una mascota.