Bellas imágenes artísticas se vivieron en la noche de este viernes 13 de mayo en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez con la presentación de El Lago de los Cisnes por parte del Ballet Nacional de Varna, Bulgaria. El público reunido en este recinto presenció un espectáculo de calidad, el cual mostró su aprobación con … Leer más
Bellas imágenes artísticas se vivieron en la noche de este viernes 13 de mayo en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez con la presentación de El Lago de los Cisnes por parte del Ballet Nacional de Varna, Bulgaria.
El público reunido en este recinto presenció un espectáculo de calidad, el cual mostró su aprobación con prolongados aplausos al final del cuarto acto, para así agradecer a los bailarines que dejaron huella en la memoria de los asistentes de esta puesta en escena.
Desde los primeros acordes de la música de Tchaikovski, sobre el escenario se pudo apreciar la gran técnica del primer bailarín Marco di Salvio, quien capturó la mirada de los presentes con su técnica forjada en la Academia de Ballet de la Ópera Estatal de Viena.
Después apareció en escena la primera bailarina Claire Marie Gillard, que ha tenido destacadas participaciones con el English National Ballet, lo cual supo reflejar en una interpretación notable bajo los reflectores, al grado de recordarnos lo que se puede conseguir tras años de trabajo en busca de la perfección.
El resto de los integrantes de la compañía no desentonaron con su actuación. La manera de interpretar esta obra, que fue estrenada en la versión que conocemos actualmente en 1895 en San Petersburgo, mostró la mano de la directora artística Svetlana Tonsheva, de dilatada trayectoria en el mundo del ballet.
Los momentos cumbres de la obra brillaron con las coreografías muy bien realizadas, las cuales mantuvieron al público de todas las edades y conocedor del buen ballet con su atención durante las casi dos horas que duró el espectáculo.
El Lago de los Cisnes es la obra más conocida de esta rama de las bellas artes y, con la presentación realizada el viernes por parte del Ballet Nacional de Varna, Bulgaria, las musas de la danza y el público queretano estuvieron más que agradecidos.