Por otro lado, el closet, una palabra que proviene del inglés y que se ha adoptado universalmente, representa una versión más moderna y funcional del almacenamiento de ropa. A menudo integrado en el diseño arquitectónico de la casa, un closet típicamente consiste en un espacio empotrado en la pared, equipado con estantes, barras para colgar ropa y, en muchos casos, cajones integrados. Los closets pueden ser diseñados a medida para adaptarse a las necesidades específicas de cada individuo, aprovechando al máximo el espacio disponible y proporcionando un aspecto limpio y ordenado a la habitación.