El español aprovecha el Tour México 2024, para hacer una remembranza de sus más grandes exitos, que lo han posicionando como uno de los favoritos de la música pop en toda hispanoamerica
Con dos décadas de trayectoria musical, David Bisbal continúa su aventura en tierras nacionales con el Tour México 2024, y toca el turno a Querétaro para realizar un viaje retrospectivo y recordar los éxitos de sus 8 álbumes de estudio.
Ataviado con un traje negro, semi desabotonado del saco sin llevar camisa encima, el nacido en Almería, España, salió al escenario con los temas Ajedrez, Torre de Babel y Lloraré las penas, desbordando su característica energía y poniendo a todos a bailar.
Durante todo el concierto, David se mostró muy cercano a sus seguidores, saludándolos en todo momento e incluso tomándose un tiempo para pedir prestada una bandera mexicana y ondearla por lo alto, mientras brindaba palabras de agradecimiento a Querétaro por la cálida recepción.
De entre el público, una fan cargaba una nueva bandera, la española y la mexicana unidas en una sola misma, por lo que el artista no dudó en cambiar la que ya tenía para envolverse en ella y lucirla orgulloso durante la mayor parte del show que se llevaba a cabo en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez.
Entre regalos y canciones románticas
El momento romántico llegaba con un medley, compuesto por canciones como «Esta ausencia», «Culpable» y «Dígale», lo que emocionó a todos los enamorados y a aquellos que recordaban un amor.
Otro regalo llegaba a las manos de David Bisbal mientras interpretaba Tengo roto el corazón, un tema de su nuevo disco «Me siento vivo»: se trataba de la famosa Lelé, el cual también aceptó gustoso, lo que desató la algarabía de los queretanos.
David Bisbal sigue siendo el preferido del público
Esclavo de tus besos y Probablemente (este último tema, siendo también famoso por interpretarlo a dueto con Christian Nodal), fueron dos de las canciones más coreadas y aplaudidas de la noche, ya que hoy en día son himnos que la mayoría de la gente almacena en sus play list.
Tras un par de canciones, venía la primera y única despedida en falso, solo para volver y cerrar con broche de oro, cantando «Corazón Latino», «Bulería» y «Ave María», convirtiendo el Auditorio en una fiesta de luces y colores, situando en el centro a un Bisbal, con su clásico movimiento de giro en su eje, lo que nos recordaba que a pesar de las dos décadas de carrera, el español mantiene su energía y arrastre de masas.