A lo largo de la historia, la tradición cristiana ha asumido que eran tres, probablemente debido a los tres regalos mencionados: oro, incienso y mirra. Otra teoría aceptada por los historiadores es que en la Edad Media también se contaban tres reyes magos debido al numero de continentes que se conocían en ese momento, por eso es que se relacionan a que uno venía de Europa, otro de África y uno de Asía.