Copas imprescindibles para disfrutar el vino como un verdadero conocedor
Elegir la copa correcta no es una cuestión de protocolo / Foto: Canva
Te compartimos las 4 copas básicas que todo amante del vino debería tener en casa
Degustar una copa de vino puede ser una experiencia sensorial profunda, donde aroma, sabor, textura y temperatura se combinan para contar una historia. Pero para apreciar realmente todo lo que una botella tiene para ofrecer, no solo importa la calidad del vino: la copa en la que se sirve juega un papel crucial.
El diseño de una copa puede potenciar los aromas, dirigir el vino al lugar exacto de la boca para percibir sus matices, conservar la temperatura ideal e incluso influir en la formación de burbujas en los espumosos. Elegir la copa correcta no es una cuestión de protocolo, sino una forma de rendirle homenaje al trabajo que hay detrás de cada cosecha.
Si estás comenzando tu colección personal o quieres mejorar la experiencia de tus reuniones, te compartimos las 4 copas básicas que todo amante del vino debería tener en casa:
Copas para vino blanco
Más estrecha y alargada que la copa de tinto, su forma ayuda a conservar la frescura del vino y a mantener los aromas florales y frutales concentrados. Es ideal para blancos jóvenes, secos o afrutados.
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Para vinos tintos
De cuerpo más ancho y boca más abierta, permite una buena oxigenación, lo que suaviza los taninos y libera toda la complejidad aromática del vino. Es la copa básica para tintos ligeros o de cuerpo medio.
Para vino de crianza en barrica
Similar a la copa de tinto, pero más voluminosa, está diseñada para vinos con mayor estructura y envejecimiento. Permite girar el vino fácilmente para liberar los aromas terciarios, como los toques de madera, vainilla o cuero.
Copas para vino espumoso
Con forma de flauta (alta y delgada), esta copa mantiene la efervescencia por más tiempo y concentra los aromas en la parte superior. Es la aliada perfecta para champán, cava o prosecco.
Contar con estas no solo realzará el sabor de cada vino, sino que transformará cada descorche en una experiencia más placentera, auténtica y profesional. Porque el vino, cuando se sirve en la copa adecuada, se disfruta dos veces.
