El primer capítulo de la tan esperada tercera temporada de El verano en que me enamoré (The Summer I Turned Pretty) ha llegado, y lo ha hecho con el corazón en la mano.
Entre la nostalgia de los veranos pasados y la tensión de los nuevos sentimientos, la serie basada en las novelas de Jenny Han retoma su historia justo donde la dejamos: con Belly atrapada en el torbellino emocional entre Conrad y Jeremiah… y el recuerdo de Susannah.
Primer episodio de la tercera temporada
Este primer episodio se siente como una mezcla entre diario adolescente y carta de despedida. Belly (Lola Tung) enfrenta un verano diferente, uno marcado por la ausencia, la culpa y ese amor que nunca termina de apagarse.
La narrativa nos lleva entre flashbacks que desgarran y momentos presentes cargados de silencio incómodo, miradas largas y conversaciones que no se atreven a terminar.
Jeremiah (Gavin Casalegno), más vulnerable que nunca, se muestra dispuesto a sanar, mientras que Conrad (Christopher Briney) parece perdido en su propio dolor.
La química entre los tres sigue siendo el alma de la historia, y la fotografía cálida, los planos de playa y la banda sonora cuidadosamente seleccionada hacen de este regreso una experiencia tan estética como emocional.
El capítulo, titulado “Love Lost”, marca el tono para una temporada que promete ser más madura, más melancólica, pero igual de adictiva. Entre lágrimas, reencuentros y muchas emociones sin resolver, Belly tendrá que decidir qué quiere realmente… y, esta vez, quizás, por fin, elegir por sí misma.